Sobre zapatillas de ballet y cuñas

Depende de qué altura estés listo para escalar este verano. O tal vez quieras, por el contrario, estar más cerca de la Tierra. En cualquier caso, lo principal en los zapatos de verano es la comodidad, luego todo lo demás. Además, probablemente valga la pena reemplazar los zapatos en mal estado del sol del año pasado y las vacaciones junto al mar por uno nuevo. ¿De qué elegimos?

Para todos los días, son adecuadas las sandalias de cuero "romanas" con suelas planas o una versión más atrevida, en la que se coloca una correa marrón en una plataforma de corcho. Una opción más elegante son las zapatillas-zapatillas de ballet con un pequeño tacón ancho. El esquema de color es el más variopinto: desde liso mate brillante o barniz hasta "guisantes", "flores" y "rayas" con "celdas".

Elegante y femenina independientemente de las estaciones cambiantes: sandalias hermosas y cómodas y zapatos de verano con un tacón estable hecho de materiales naturales.

Tampoco se han cancelado las plataformas y cuñas que aumentan el crecimiento, pero que no interfieren con la marcha. Su altura es un asunto personal de cada fashionista. Y los diseñadores continúan experimentando.

Este verano, en las calles de las grandes ciudades y prestigiosas ciudades turísticas, seguramente se encontrará con señoritas que lucen increíbles zapatos con tacones intrincados y acabados brillantes. Muchas de estas piezas divertidas son más adecuadas para un museo de ideas de moda, y no para la venta al consumidor, los tacones son demasiado altos. Sin embargo, "la belleza requiere sacrificio". Aunque los ortopedistas experimentados discutirán con esto. Para resumir. La moda no se detiene.

Algunas ideas nuevas y nuevas repeticiones de viejos hallazgos de moda aparecen constantemente. Pero no será extraño recordar que los estilos más modernos de zapatos de mujer son solo una pista, un deseo, y no debes tomar todas estas innovaciones literalmente. Algunas tendencias se hiperbolizan deliberadamente, sus encarnaciones de pasarela se multiplican por la teatralidad, el brillo y el volumen, y la tarea de los consumidores es captar esto a tiempo y, sacando la lupa de exageraciones intencionales, sacar las conclusiones correctas.